20 de septiembre
Jueves XXIV
Lc 7, 36-50 Le ungía los pies con perfume
A Jesús, una mujer pecadora, que antes le había regado los pies con sus lágrimas, los enjugaba con sus cabellos y los cubría de besos, le unge los pies con perfume. Mucho ama porque mucho se le perdona; mucho ama porque tiene fe; mucho ama porque se siente acogida, mirada con misericordia, regenerada. Quiero amarte así, Señor, ungirte los pies con el perfume de mi vida, que es tu regalo.