11 de marzo
Martes I de cuaresma
Mt 6, 7-15 Cuando recéis no uséis muchas palabras
Pon en mi boca el silencio de la palabra, en mis entrañas el silencio del corazón, en mi ser el silencio del ser, para poder ser pronunciado por ti. Vísteme con tu silencio para despojarme junto a tu cruz. Que mi oración solo sea tu oración en mí, silenciosa, desprendida, perdida, vacía. ¿Cómo desaparecer en la orilla de tu palabra que vuelve a ti tras empapar la tierra?
¡¡Ayúdame Señor, a concentrar mi corazón solo en Ti!
Inunda mi alma de tus deseos, y haz que yo sepa recibirlos y vivir lo que me pide.
Quietas
calladas
juntas
como las flores del aire suspirando por el rocío
Jesús dijo un día: ¿Por qué no meditáis una pertición del PadreNuestro por cada día de la semana? y veréis los resultados,creámosle y manos a la obraen este tiempo de Gracia.