3 de julio
Santo Tomás apóstol
Jn 20, 24-49 Señor mío y Dios mío
Segunda confesión de fe que nos ofrece tu palabra esta semana. Hoy Tomás te reconoce y, ahora sí, no deja lugar a la duda. Tú eres el Señor de su vida; tú eres su Dios. Confesión de fe mediada por la vista, por tu presencia en medio de la comunidad. Y tu última bienaventuranza: ¡Dichosos los que creen sin haber visto!