María V

25 de mayo
Miércoles V de pascua

Jn 15, 1-8  Permaneced en mi y yo en vosotros

Como los sarmientos unidos a la vid; porque vale más un día en tus atrios que mil en mi casa; permanecer en ti, Señor y dador de vida. ¿Adónde iré lejos de tu aliento? ¿Adónde escaparé de tu mirada? Unido a ti, como el agua al vino. Unido a ti, en el Padre y en el Espíritu Santo. En tus manos, Señor, permanezco como un niño en brazos de su madre.

 

2 opiniones en “María V”

  1. ¡Señor,que regalo tan grande nos hace de permanecer en nosotros!
    Aun sabiéndome indigna lo deseo, si tienes que podar,hazlo,te lo ruego.
    Quiero seguir tus huellas, hacer visible tu Rostro, siendo coherente en mi vida.

  2. Tu palabra nos ofrece hoy una elección aparentemente imposible: la vida o la muerte… hasta ese límite llega la confianza y la libertad que nos das.

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