4 de octubre
Sábado XXVI
Lc 10, 17-24 Te doy gracias, Señor…
porque has escondido la sabiduría del reino a los sabios y entendidos. Me doy cuenta que cuando soy sabio soy necio. Que cuanto más trato de comprender menos comprendo. Te doy gracias, Señor, porque has revelado tu sabiduría, la sabiduría de la cruz, a la gente sencilla. Cuanto más sencillo sea, más te conoceré. Cuando más pobre sea, más arico en ti. Como san Francisco de Asís, cuya vida de pobreza, crucificada en ti, sigue siendo fecunda.