2 de noviembre
Conmemoración fieles difuntos
Jn 11, 17-27 Yo soy la resurrección y la vida el que crea en mi aunque haya muerto vivirá
Pongo esta realidad, tu resurrección y la vida que ofreces, junto al recuerdo de tantos seres queridos, conocidos e incluso desconocidos que han fallecido a lo largo de este año, o cuyo recuerdo aún perdura. Tú que has vencido a la muerte, Señor, vences en ellos la muerte. Nos llenas, desde la cruz, con la esperanza de la inmortalidad. Porque la vida de los que en ti creen, Señor, no termina, se transforma. Y nos llamas a ser, en la eternidad, semejantes a ti y a cantar eternamente tu alabanza
Señor, Tú eres la resurrección y la vida… Esa realidad hace que el recuerdo de las personas queridas que se han ido, sigan viviendo en mi recuerdo y en tu amor.
Personas queridas que conocieron y siguieron tu camino para poder vivir a tu lado por todo la eternidad.
Hoy te pido que me ayudes a conocer ese camino que Tú me presentas y a seguirlo. Que me ayudes a ser capaz de decir «sí» a tu voluntad y no olvidar nunca que: «Tú eres el camino, la verdad y la vida» y que solo Tú me llevarás al Padre.