Mediador

28 de enero
Lunes III

Hb 9, 15.24-28 Cristo es mediador

Entre lo humano y lo divino, entre el cielo y la tierra, entre la muerte y la vida, entre la noche y el día, entre lo que no alcanzo y lo que deseo alcanzar, tu misma vida, Cristo. Mediador de justicia y de paz, mediador de solidaridad entre los hombres y las mujeres, artífice de liberación. Me pongo ante ti, Señor, y te pido que me hagas más tuyo, que me hagas desaparecer.

Día del Señor

27 de enero
III domingo

Nehemías 8, 2-4ª.5-6.8-10 Hoy es un día consagrado a nuestro Dios

Con sol, con lluvia, con calor, con frío, con e3l corazón abatido o saltando como un cabritillo, despierto o soñando, abierto a Ti o cerrado, hoy es un día consagrado a nuestro Dios, es tu día, Señor, y sólo debería vivir para ti, cada instante, cada minuto, cada hora, sin distracción, sin dilaciones. Que todo mi ser se convirtiera en alabanza de tu gloria, que nada ni nadie me hiciera olvidar que es día de resurrección, que de ti recibo la salvación.

Amor VII

26 de enero
Timoteo y Tito

Timoteo 1, 1-8 Tengo siempre presente tu nombre

En mis labios cuando rezo, día y noche. Ansío verte, para llenarme de alegría, refrescando en la memoria tu obrar en mí. Quiero reavivar tu don, recibido de generación en generación, guardado en el paño de lino bordado del tesoro familiar, la madre, las abuelas, con tu espíritu de energía, amor y buen juicio, hasta esta prisión de lágrimas, donde me tienes encelado.

Esto le escribió Timoteo a Jesús, en el día de su santo.

Amor VI

25 de enero
La conversión de San Pablo

Hechos 22, 3-16 De repente una gran luz del cielo me envolvió von su resplandor

¿Quién eres, Señor? ¿Qué luz procede de ti? Acércame hasta ti que te acercas a mí. Desmayado en tu presencia. Embobado. Perdido. Por ti y en ti encontrado. ¿Por qué me persigues? ¿Por qué no te dejas alcanzar? Tengo que derribarte de tus alturas, derrumbarte como a una tapia ruinosa, reconstruirte en el abrazo de la luz, envolverte con el vislumbre de mi gloria, hacerte apóstol, por el más puro amor.

Amor IV

23 de enero
Miércoles II

Salmo 109 Eres príncipe desde el día de tu nacimiento

Voy a leer con clama este salmo, como si el salmista lo hubiera escrito pensando en mí, porque tú, Señor, me piensas y me embriagas con el aleteo de tu presencia desconocida: “eres príncipe desde el día de tu nacimiento, entre esplendores sagrados; yo mismo te engendré como el rocío, antes de la aurora. El Señor lo ha jurado y no se arrepiente: “Tú eres sacerdote eterno”. Eterno en ti. Tú mi principio y mi fin.

Amor III

22 de enero
Beato Guillermo José Chaminade

Hb 6, 10-20 Te llenaré de bendiciones

Te llenaré de bendiciones, te haré dichoso, conocerás la paz, tu estirpe será como las estrellas del cielo, como las arenas de las playas más finas, porque has tenido fe, confianza en el Señor, tu Dios. El te acompaña en el árido desierto de lo cotidiano, te guía y te conduce hacia fuentes tranquilas, está contigo, hace fecunda tu esterilidad. Así Guillermo José Chaminade, abierto al don, se llenó de tu hermosura.

Amor II

21 de enero
Lunes II

Mc 2, 18-22 Mientras el novio está con ellos

Mientras el novio está conmigo desbordo de gozo con él, y me alegro con el Dios que se alegra en mí, porque me has vestido un traje de gozo y de abundancia, y me has envuelto en un manto de triunfo crucificado, como novio que sea adorna con su corona, como novia que danza entre sus joyas. Mientras el novio me habita, ¿cómo voy a ayunar? Soy alimentado con flor de harina, soy saciado con miel silvestre, descanso en la cueva del más puro amor.

Amor I

20 de enero
II domingo

Is 62, 1-5 Por amor

Lo primero que salta a la vista al comenzar las lecturas del día, como un corzo inesperado de tan esperado, es este inicio de Isaías: por amor…por amor. Ya en el amor envuelto, deseando que ya solo en amar sea mi ejercicio, pues me hice perdidizo y fui ganado. Ya ha roto la aurora de la justicia, ya la salvación llamea como antorcha, ya he recibido un nombre nuevo, pronunciado por la boca del Señor: mi favorito, mi desposado. Aturdido por la alegría que encuentra mi Dios conmigo, danzo rendido en el amor.

María del Magnificat

19 de enero
Sábado I

Hb 4, 12-16 La palabra de Dios es viva y eficaz

Quiero hoy acoger tu Palabra, tan viva, tan real, tan transformadora, acogerla de una manera especial, como lo hizo María. Quiero acoger hoy tu Palabra para proclamar tu grandeza, para alegrar mi espíritu en Ti, mi Salvador. Hacerlo con el Magníficat. María del Magníficat, hoy, tiene sabor de nueva vida, de vida ofrecida a ti, de vida bendecida por Ti. María, que nos muestra el verdadero camino de la vida cristiana, que nos ayuda a ver la realidad con ojos de fe, a ir más allá, en un canto que se extiende de padres a hijos, de generación en generación. Magnificat amina mea Dominum.