31 de julio
San Ignacio de Loyola
Ex 33, 7-11; 34, 5-9 El Señor hablaba con Moisés cara a cara, como un hombre con su amigo.
Hablar contigo cara a cara, en lo más íntimo de la profunda intimidad, ser en ti cosecha de amistad, don de amor y gracia, donación y recepción, principio y fin, aspiración y plenitud de vida. Hacerme por tu palabra, decirme desde tu verbo que me crea y me da el espíritu. Dime una palabra, Señor, y quedaré sano. Dime una palabra y seré en ti ser mío y tuyo. Dime la palabra pronunciada desde el principio de la eternidad en exclusiva: te amo.
Muchas gracias por estas reflexiones dee la Palabra de Dios, sobre todo para ponerla en práctica en nuestras vidas. También me parece muy buena la idea de acompañarla de una pintura artística, sin embargo sugiero que también se acredite al autor de la misma… Gracias y bendiciones infinitas.