Santa María madre de Dios

9 de noviembre
Nuestra Señora de la Almudena

Jn 19, 25-27 Ahí tienes a tu madre

Nuestra Señora de la Almudena. Patrona de Madrid. Santa María, Madre de Dios. Madre tuya y madre nuestra. A ella, que nos da siempre tu presencia, que nos acerca hasta ti le pedidmos que ruegue por nosotros ahora y en la hora de nuestra muerte. El domingo rezábamos la familia esta oración delante de mi padre, mientras hacía el tránsito a la vida eterna. Descanse en paz. Amén.

Servirte

7 de noviembre

Martes XXXI

Rm 12, 5-16 cada miembro está al servicio de los otros miembros

Al servicio. Por amor a ti, en mis hermanos. Amar es servir. Nunca estás separado del prójimo, no puede existir una experiencia religiosa verdadera de ti, nos recuerda el Papa, que permanezca sorda al clamor del mundo. No te amo si no me comprometo al cuidado del prójimo. Ayúdame, Señor, a amarte en todo y en todo servirte.

Incognoscible

6 de noviembre
Lunes XXXI

Rm 11, 29-36 ¿Quién conoció la mente del Señor?

Pues no eres, Señor, como yo te pienso, no dependes de cuanto espero de ti, alteras mis expectativas, pues eres el Dios vivo. Al que adoro. Hago oración con la homilía del papa al clausurar, la semana pasada, el sínodo. Eres un Dios que descolocas y me dices: Cuando des un banquete, invita a pobres, lisiados, cojos y ciegos; dichoso tú, porque no pueden pagarte; te pagarán cuando resuciten los justos.

Delicadeza

5 de noviembre
Domingo XXXI

Tesalonicenses 29,7b-9.13 Os tratamos con delicadeza, como una madre cuida de sus hijos

Ahí está el principio de toda acción evangelizadora, Señor. Tratar a las personas como tú nos tratas a cada uno, con delicadeza, con ternura, con un corazón lleno de bondad y misericordia. Así llegaremos al ser de cada uno, así podremos ser creíbles cuando proclamemos la buena noticia de tu evangelio, tu palabra que nos mueve y permanece operante en nosotros. Todos tenemos la dignidad de hijos tuyos, a nadie podemos excluir en tu nombre.

Humildad

4 de noviembre
Sábado XXX

Lc 14, 1.7-11 El que se humilla será enaltecido

Una vez más pones delante de mis ojos el valor de la humildad, del no pretender, del no buscar….la sencillez de vivir la realidad con naturalidad, incluso cuando se pone densa y hace bola. Dame, Señor, desposesión de mi para crecer en ti.

Curado

3 de noviembre
Viernes XXX

Lc 14, 1-6 Tocando al enfermo lo curó

Es la fuerza que sale de ti, y que sana. Y es la curación de la enfermedad interior, la curación en lo inexplicable, en el misterio, en el milagro. Es tu mano que transmite la vida. Si tu vida no me das sé que alcanzarla no puedo, ni si yo sin ti me quedo, ni sin tú sin mi te vas. Da de tu vida verdadera a los enfermos.

Turbado

2 de noviembre
Todos los difuntos

Jn 14, 1-6 No se turbe vuestro corazón

La enfermedad, la muerte, la incertidumbre del no saber, de no gestionar el tiempo, ni el modo, ni la manera, el miedo al dolor, al vacío, a la inseguridad, a no estar en lo que uno tiene que estar, o esperan los demás que esté, eso, y más cosas, hace que se turbe el corazón, que en ti busca la paz, la fortaleza, el refugio, la seguridad. Y ante tanta turbación, y desazón, me queda la profesión de fe, tú eres el camino, y la verdad, y la vida de mi vida.

Santos

1 de noviembre
Todos los santos

1Jn 3, 1-3 Mirad qué amor nos ha tenido el Padre para llamarnos hijos de Dios, pues ¡lo somos!

Y porque somos hijos tuyos, porque nos has creado a tu imagen y semejanza, porque nos has incorporado a tu vida verdadera, porque nos has llamado a ser santos e irreprochables ante Ti por el amor, por todo esto celebramos hoy la santidad de la que nos has revestido. Danos tu amor y gracia, que ellas nos bastan.