Buen Pastor y III

2 de mayo
Martes IV de pascua

Jn 10, 22-30 Y ellas me siguen

¿A dónde iré lejos de tu aliento? ¿A dónde escaparé de tu mirada? Sólo tú tienes palabras de vida eterna, y cuando escucho tu voz te sigo, aunque tantas veces me distraiga por el camino, y esté a punto de descarriarme. Tu voz, que no cesa de llamarme, es la que me ampara, y me conduce a los pastos eternos que me prometes y sostienen mi esperanza.