Desierto

26 de febrero
I domingo de cuaresma

Mc 1, 12-15 El Espíritu impulsó a Jesús al desierto

El desierto lugar del silencio, de la soledad, del abandono, del vacío, de la renuncia, de la imposibilidad, del radical despojamiento, de la tentación de ser más que Dios en el desierto. El desierto de la fertilidad de la fecundidad, del encuentro, de la seducción, del amor silencioso y solitario en compañía, de la confianza total, del aniquilamiento místico, de la cercanía del Reino de Dios. El desierto donde habitas, Señor, donde te encuentro.

Cuaresma IV

25 de febrero
Sábado después de ceniza
Salmo 85 Atiende a la voz de mi súplica

El clamor de la humanidad sufriente desgarra los corazones sensibles, rompe el cielo con su gemido ensordecedor. El clamor de los hambrientos, de los sedientos, de los que sufren discriminación de cualquier tipo, de los que viven en tinieblas y en sombras de muerte. El clamor del hombre herido, solo atendido por su mujer, por su madre, en esta Piedad actual, en Yemen. Que tu Iglesia, Señor, sea madre y mujer que atiende el desgarro de la humanidad, que venda los corazones desgarrados.

Cuaresma III

24 de febrero
Viernes después de ceniza

58, 1-9ª El ayuno que yo quiero

El ayuno que yo quiero es éste: abrir las prisiones injustas, hacer saltar los cerrojos de los cepos, dejar libres a los oprimidos: partir tu pan con el hambriento, hospedar a los pobres sin techo, vestir al que ves desnudo, y no cerrarte a tu propia carne. Carne lacerada de la humanidad sufriente.

Cuaresma II

23 de febrero
Jueves después de ceniza

Dt 30, 15-20 Elige la vida y viviréis

¿Qué significa elegir la vida para mí, Señor? ¿Qué significa elegir la vida ante ti? ¿Qué significa elegir la vida contigo? ¿Qué significa elegir la vida junto a las personas con las que vivo? ¿Qué significa vivir dando la vida? ¿Qué significa elegir la vida y desvivirme? ¿Qué significa….tanta pregunta, tanto silencio en la respuesta?

Cuaresma I

22 de febrero
Miércoles de Ceniza

II Cor 5,20-6,2 Ahora es tiempo favorable, ahora es día de salvación

Este es el cambio de perspectiva, la conversión a la que me llamas durante este tiempo de cuaresma que hoy comenzamos. Darme cuenta, reconocer, que ahora, hoy mismo, es día de salvación. Esa salvación, esa vida regalada, que está en el horizonte de la Pascua.  Reconocer en medio de la historia, en las circunstancia de mi día a día, de estos cuarenta días, que tu gracia lo llena todo, lo transforma todo, lo ama todo y lo lleva a la plenitud.

Guerras y contiendas

21 de febrero
Martes VII

Santiago 4, 1-10 ¿de dónde proceden las guerras y contiendas..?

Buena pregunta, que nos podemos contestar esta mañana, tras escuchar tu palabra, tras haber pedido la sabiduría de corazón. ¿De dónde proceden en mi las enemistades, las guerras, las contiendas, la sinrazón frente al otro…? Sin duda de mi propia obstinación en afirmarme, en darle alimento a mi ego, a mi deseo de sobrevivir, de sobresalir, de someter… dame capacidad de renuncia a mi mismo, hazme hombre de paz.

Amante de la paz

20 de febrero
Lunes VII

Santiago 3, 13-18 Amante de la paz

Así es la sabiduría que procede de ti, Señor, y sin ella no soy nada. Es una sabiduría vital pacífica, comprensiva, llena de buenas obras, constante, sincera. ¿Quién no quiere ser sabio así, en nuestro mundo tan lleno de necedades? Dame la sabiduría de corazón, para llevar una vida humana y plena, según tu voluntad.

Palabra

19 de febrero
Domingo VII

Mc 2, 1-12 El les proponía la palabra

El domingo es tu día, Señor, día de participar en tu cuerpo repartido y repartirnos, día de escuchar tu Palabra y hacerla palabra de vida. Escuchar tu Palabra, dejarme interpelar por ella, atenderla, rumiarla, contemplarla, acogerla…en un mundo de tanta palabrería vana tu palabra es como el oro fino, más terna que el cielo, tan cercana. En el silencio que hago este domingo, dame tu Palabra.

Lengua

18 de febrero
Sábado VI

Sant 3, 1-10 La lengua es una chispa

Que puede, con tanta facilidad, prender fuego y abrasar y abrasarme. Dice Santiago en esta lectura que la lengua es dañina, inquieta, cargada de veneno mortal.  Con ella maldecimos a los hombres, creados a semejanza de Dios.

Dame, Señor, una lengua para bendecir. Bendecir a los demás, bendecirte a ti. Dame control sobre mi lengua, que nunca sea una espada afilada que dañe a nadie.

Pregunta II

17 de febrero
Viernes VI

Mc 8, 34-9, 1  El que quiera venirse conmigo, que se niegue a si mismo, que cargue con su cruz y me siga. Mirad, el que quiera salvar su vida la perderá; pero el que pierda su vida por mi y por el Evangelio la salvará. Pues ¿de qué le sirve al hombre ganar el mundo entero, si arruina su vida?

Responder en silencio, ante la Luz de Tu mirada.