Para ti

11.07

7 de noviembre
Jueves XXXI

Rm 14, 7-12 Ninguno de nosotros vive para sí mismo, ninguno muere para sí mismo

En la vida y en la muerte somos tuyos, Señor. Desde que sale el sol hasta el ocaso. Velando y durmiendo; en pie y acostados. Y si soy tuyo, ¿porqué no soy tuyo? Si de la nada me hsa creado, por qué temo volver a la nada para recibir de nuevo el aliento de vida, que es tu espíritu vivificante? Y mientras me pregunto y no hallo respuestas rezo las palabras del salmo. Eso buscaré, gozar de la dulzura del Señor, contemplando su templo. Espera en el Señor, se valiente, ten ánimo, espera en el Señor.

solo amor

6 de noviembre
Miércoles XXXI

Rm 13, 8-10 A nadie le debías nada, más que amor

El amor que procede de ti, el amor que resume la ley y los profetas: Amarás al Señor tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas, con todo tu ser. Y al prójimo como a ti mismo”. Hazme cauce de tu amor durante el día de hoy.

11.06

Una farsa

5 de noviembre
Martes XXXI

Rm 12, 5-16 Que vuestra caridad no sea un farsa

Tu palabra me ofrece tu sabiduría de vida, de la vida que quiere ser vivida en ti, desde tu amor, en amor a los demás. Que vuestra caridad no sea una farsa, aborreced lo malo, apegaos a lo bueno; como buenos hermanos sed cariñosos unos con otros estimando a los demás más que a uno mismo. En la actividad no seáis descuidados; en el espíritu, manteneos ardientes. Servid constantemente al Señor. Que la esperanza os tenga alegres; estad firmes en la tribulación, sed asiduos en la oración….con los que ríen estad alegres; con los que lloran, llorad. No tengáis grandes pretensiones, sino poneos al nivel de la gente humilde. Cada letra que escribo es unas súplica, Señor. Que todo esto se cumpla en mí, para tu gloria.

11.05

Abismo

4 de noviembre
Lunes XXXI

Rm 11, 29-36 ¡Qué abismo de generosidad, de sabiduría y de conocimiento el de Dios!

En tu abismo buceo, Señor, en el mar insondable de tu generosidad que constato, de tu sabiduría que intuyo, de tu conocimiento al que solo puedo aspirar cuando me olvido de que aspiro a conocerte. Hacia tu abismo me lanzo, con temor, pues me da miedo caer en el vacío. Y sin embargo en el vacío me espera tu red salvadora. En ti confiaré y no temeré, porque mi fuerza y mi poder eres tú, Señor, tú eres mi salvación.

11.04

Rocío mañanero

3 de noviembre
XXXI Domingo

Sab 11, 22-12,2 El mundo entero es ante ti como gota de rocío mañanero

Toda la riqueza, todo el poder, toda la fuerza, toda la injusticia, todo el dolor, todo el sufrimiento, todo lo grande, todo lo que aparentemente es, es la nada y el vacío contenido en una gota de rocío mañanero, su belleza, su frescura, su candor, su naturalidad, su ser sin saber que es en ti gota de rocío mañanero, lágrima de tu bondad, manifestación de tu ser. Por eso, Señor, y por todo día tras día te bendeciré y alabaré tu nombre por siempre jamás.

11.03

Amor del Padre

1 de noviembre
Todos los santos

I Jn 3, 1-3 Mirad que amor nos ha tenido el Padre
Mirad que amor nos ha tenido el Padre para llamarnos hijos de Dios, ¡pues lo somos! Ahora somos hijos de Dios y aún no se ha manifestado lo que seremos. Sabemos que cuando él se manifieste seremos semejantes a él, porque lo veremos tal cual es. Esta es la vocación de santidad y plenitud a la que me llamas. Santidad de todo tu pueblo santo. Santidad de la Iglesia. Santidad en tu amor de tantos que han vivido desviviéndose en ti. Gracias.

11.01

Amor de Cristo

31 de octubre
Jueves XXX

Rm 8, 31-39 ¿Quién podrá apartarnos del amor de Cristo?

Este capítulo octavo de la carta a los romanos es para rumiar en silencio, para dejar que vaya calando en el corazón, para que en el misterio se realice en mi, con fe, lo que leo en tu Palabra. Poner la confianza en ti, el centro del ser en ti. Abrirme a ti para desaparecer en ti. ¿Quién podrá apartarnos del amor de Cristo?¿la aflicción?¿La angustia?¿la persecución?¿el hambre?¿la desnudez?¿el peligro?¿la espada? En todo vencemos fácilmente por aquél que nos ha amado. Por ti y en ti, Señor del amor.

10.31

Nuestra debilidad

30 de octubre
Miércoles XXX

Rm 8, 26-30 El Espíritu viene en ayuda de nuestra debilidad.

Esta certeza, que experimento cada vez que respiro, cada instante de mi vida consciente en ti, me deja libre como el susurro del viento en el desierto. Tu Espíritu intercede por mi con gemidos inefables. Tú escudriñas mi corazón y pones mis deseos ante la luz de tu mirada. Tu me haces comprender sin comprender que a los que te amamos todo nos sirve para el bien. Gracias, Señor.

10.30

Contemplar la gloria

29 de octubre
Martes XXX

Rm 8, 18-25 Los sufrimientos no pesan lo que la gloria que un día se nos descubrirá

Allí enjugarás las lágrimas de nuestros ojos, porque al contemplarte como tú eres, Dios nuestro, seremos para siempre semejantes a ti y cantaremos eternamente tus alabanzas, por Cristo Señor nuestro, porque concedes al mundo todos los bienes. Me brota esta oración de la misa, cuando recordamos a un difunto. Vida y muerte son un asunto serio. Todo pasa deprisa.
Contemplaré tu gloria y quedaré radiante.

10.29