19 de diciembre
Lc 1, 5-25 Pero mira, quedarás mudo
Mudo y en silencio. Para abrir los ojos a tu presencia en mi vida, para comprender el misterio inenarrable de tu venida ahora mismo, mientras escribo estas palabras, a mi existencia. En silencio.

Muda, para contemplar tu Venida, que Ella sea un gran motivo de alegría para tantos hermanos nuestros que sufren tanto.
Para estar bien preparada, anhelando tu Advenimiento.