en los más pequeños

19 de febrero
Lunes I de cuaresma

Mt 25, 31-46 Venid, benditos de mi padre, porque tuve hambre y me disteis de comer….

Tuviste sed y te dimos de beber, viniste como inmigrante y te acogimos, y no te dejamos tirado en una habitación hacinada del aeropuerto de Madrid, ni te metimos en un centro de internamiento de extranjeros en condiciones infrahumanas, ni te marginamos, sino que te hospedamos, y estuviste desnudo y te vestimos, y estuviste enfermo y te visitamos, y dedicamos el tiempo para atenderte, y acompañarte, y acariciarte, y estuviste en la cárcel y también te dijimos que eres digno de amor, de atención, de perdón, que eres, siempre, un ser humano que manifiesta en su debilidad la fuerza de tu divinidad.

Convertíos

18 de febrero
Domingo I de cuaresma

Mc 1, 12-15 Convertíos y creed en el evangelio


Es el llamamiento, Señor, que me haces primer domingo de Cuaresma. Convertirme, volver a orientar mi vida hacia ti, desde el amor, que es el que tú derramas en mi vida. Convertirme y creer en el evangelio de la alegría, el evangelio de la vida que me concedes en ti. Ayúdame a vivir este tiempo de cuaresma más atento a tu presencia, a lo que tú haces en mi corazón.

Tu luz

17 de febrero
Sábado después de ceniza

Is 58, 9-14 Cuando alejes de ti la opresión, el dedo acusador y la calumnia, cuando ofrezcas al hambriento de lo tuyo y sacies al alma afligida, brillará tu luz en las tinieblas, tu oscuridad será como el mediodía.

Pues eso. Darse. Donarse. Estar atento. Para iluminar con tu luz.

Ayuno

16 de febrero
Viernes después de ceniza

Is 58, 1-9 Este es el ayuno que yo quiero

…soltar las cadenas injustas, desatar las correas del yugo, liberara a los oprimidos, quebrar todos los yugos, partir tu pan con el hambriento, hospedar a los pobres sin techo, cubrir al que ves desnudo, y no cerrarte a tu propia carne.
Esta bien que me lo recuerdes. Al inicio de esta cuaresma. No cerrarme a mi propia carne, en la carne del que tiene necesidad.

Pérdida

15 de febrero
Jueves después de ceniza

Lc 9, 22-25 El que pierda la vida por mi causa la salvará

Me viene bien, al inicio de la cuaresma, recordar tu Palabra, en esta sentencia. Perder y ganar. No se trata de un juego, ni de una apuesta vital, sino de incrementar el amor, y desde el amor actuar. Enamorado. Para entregarte mi vida sin reservas.

Cuaresma

14 de febrero
Miércoles de ceniza

Joel 2, 12-18 Rasgad vuestros corazones y convertíos al Señor

Nos regalas este tiempo de gracia y conversión, para volvernos más a ti, y al don de tu misericordia y compasión, de tu infinita ternura, de tu bondad y amor a las personas. Nos regalas este tiempo para que aumentemos nuestra relación contigo en la oración, renunciemos a nuestros apetitos con el ayuno, compartamos nuestro ser con la limosna. Vuélvenos hacia ti, conviértenos en esta cuaresma.

Realidad

13 de febrero
Martes VI

Mc 8, 14-21 ¿tenéis ojos y no veis, tenéis oídos y no oís?

Y no vemos la realidad habitada por tu presencia, y no vemos en nuestra historia la historia de salvación, la historia de tu gracia en nosotros, y en nuestro mundo, y no escuchamos tu palabra cuando nos llega en la voz de la persona que está sola o desamparada, explotada o deprimida….Ábrenos los ojos, y lo oídos, para ver y escuchar tu presencia sigilosa en nuestras vidas.

Enfermos

12 de febrero
Lunes VI

Mc 6, 53-56 La gente le llevaba los enfermos en camillas

También pongo delante de ti a todas las personas que, enfermas, me piden que rece por ellas. Son muchas, en circunstancias muy variadas. Todas las mañanas, en la oración de la comunidad, te las encomiendo.

Limpio

11 de febrero
VI domingo

Mc 1, 40-45 Si quieres puedes limpiarme

Hoy es domingo, y también es la jornada mundial del enfermo. Si quieres puedes limpiarme. Quiero, queda limpio. Tu Palabra viene en ayuda de nuestra realidad. Vivo con quince marianistas enfermos, de distinta gravedad. Algunos son presencia pura. Les pongo a todos delante de ti. Para que les fortalezcas en su debilidad, para que asuman su cruz. Para que nosotros estemos al pie de ella.

Compasión

10 de febrero
Sábado V

Mc 8, 1-10 Siento compasión de la gente

Dame tu compasión para mirar tanto sufrimiento como hay en nuestro mundo, para acercarme a él desde tu mirada, para comprometerme en tu nombre, para que la indiferencia no me haga cómplice.