Por ti

30 de enero
Martes IV

II Sm 18, 9-10.14.24-25.31-19,3 Absalón hijo mío, hijo mío Absalón

Así se lamenta David cuando se entera de la muerte de su hijo. Quien me diera haber muerto en tu lugar. Y así, también, prefigura lo que tú has hecho por nosotros, morir para que tengamos vida, y vida abundante. Te pido, Señor, por todos los que sufren la muerte de sus hijos, y entran en una historia de dolor inenarrable. Sé tu su fortaleza.