17 de enero
Miércoles II
I Sm 17, 32-33.37.40-51 Fijó su mirada en David y lo despreció
Ahí está, señor, la muerte del filisteo. En mirar a otro hombre y despreciarlo. En albergar en su corazón una mirada que descarta, que ignora, que elimina. En perder la propia humanidad y reconocerse hombre en otro hombre. Danos una mirada como la tuya, llena de amor y de misericordia.