Fe

27 de enero
Sábado III

Mc 4,35-41 ¿Por qué tenéis miedo? ¿Aún no tenéis fe?

Pongo mis miedos, tan frustrantes, tan paralizantes, tan irreales, pues no existen nada mas que en mi mente, y no en la realidad, ante ti, Señor, para que tú aumentes mi fe, y me hagas crecer en confianza que entre tus manos estás mis azares, que mi suerte está en tus manos.