13 de octubre
Miércoles XXVIII
Salmo 61 Solo en Dios descansa mi alma
Solo con decir esta palabra tuya, Señor, mi ser se serena y haya reposo en ti. Bien es verdad que tantas veces ando algo aturullado, yendo y viniendo, hiperconectado, acelerado, excitado, y lo que es peor, alterado. Por eso nada como rezar este salmo, haciéndolo de verdad: descansa en Dios, alma mía, porque él es mi esperanza: sólo él es mi roca y mi salvación. Desahogad ante él vuestro corazón, Dios es nuestro refugio. Y junto al piano y la trompeta de Chet Baker, me apaciguas. Sobre todo tú.