cerca

11 de enero
Lunes I

Mc 1, 14-20 Está cerca el reino de Dios

Comenzamos hoy el tiempo ordinario en la liturgia. Es verdad, Señor, que en este tiempo de navidad que acabamos de terminar te has hecho espacialmente carne nuestra para que vayamos a adorarte en el niño recién nacido. Es verdad que sigues estando cerca, que te ofreces en los acontecimientos de la vida diaria para mostrarnos que eres un Dios con nosotros, que siempre estás cerca. Y desde tu cercanía nos invitas a convertirnos y creer en el evangelio.

MI hijo amado

10 de enero
Bautismo del Señor

Mc 1, 7-11 Tú eres mi hijo amado, en ti me complazco

Cambia la vida de una persona, Señor cuando escucha de verdad esta frase, que tú escuchas en tu Bautismo, al inicio de tu vida pública. Dios te ama, Dios se complace en ti, eres hijo o hija amado, amada, predilecto, predilecta. Sea como seas, vivas lo que vivas, sientas lo que sientas, en cualquier situación Dios te ama y te está ofreciendo la gracia de acercarte a él, para bendecirte y colmarte de besos.

Entregarse

8 de enero
Viernes después de Epifanía

Mc 6, 34-44 Dadles vosotros de comer

De pronto, como casi siempre que escribo estas oraciones diarias, hay una frase que recobra relieve: dales vosotros de comer. Después de tantas comidas de navidad, de tantos dulces, de tanta abundancia, acércate al hermano y hermana que están solos y desamparados y dales de comer. Que la caridad con los más pobres y necesitados, con los descartaos, sea tu norte y tu guía. En mi nombre. Por pura humanidad.

Convertíos

7 de enero
Jueves después de Epifanía

Mt 4, 12-17.23-25 Convertíos, porque está cerca el reino de los cielos

Es el gran regalo que nos haces, terminando el tiempo de Navidad: está cerca el Reino de los cielos. Porque tú estás en medio de nosotros. Venga a nosotros tu Reino, Señor. Y danos tu gracia, otro regalo, otro don, para convertirnos a ti.

Epifanía

6 de enero
Epifanía de Nuestro Señor

Mt 2, 1-12 Al ver la estrella se llenaron de inmensa alegría

En algunas tradiciones belenísticas ponen siempre su caballero de la estrella, que va guiando a los Reyes Magos hasta la casa donde estabas tú, Señor. Hay en mi vida muchas personas que hacen de caballeros o amazonas de la estrella, que me dirigen hacia ti, que me muestran tu luz y tu estrella. Hoy, el día que te manifiestas al mundo, el día en que te adoro, el día en que te regalo mi ser, los y las recuerdo. Gracias a estas personas llego hasta ti.

Vida en el amor

5 de enero
Martes antes de Epifanía

I Jn 3, 11-21 El que no ama permanece en la muerte

En cuánta muerte, Señor, estoy cada día, cuando el único criterio de actuación soy yo mismo, mis apetencias, mis apegos, mis placeres, mis caprichos, mi imagen, mi cuidado, mi comodidad. Haz tu en mi. Porque he conocido el amor, el que tú hayas dado tu vida por mi. Ayúdame a dar mi vida por mis hermanos, especialmente de la comunidad.

Encontrarte

4 de enero
Lunes antes de Epifanía

Jn 1, 35-42 Hemos encontrado al Mesías

Te he encontrado porque me has encontrado. Y me encuentras cada día, porque siempre estás. Me llegan de nuevo las palabras de Pedro Arrupe, tu gran enamorado: nada más hermoso que encontrar a Dios, es decir, enamorarse rotundamente. Mi amor.

Encarnado

3 de enero
II domingo después de Navidad

Jn 1, 1-18 Y el verbo se hizo carne y habitó entre nosotros

Tú, Señor, carne de nuestra carne. Dios encarnado. Dios con nosotros. Te ofrezco mi carne, que tú bien conoces, con su vulnerabilidad, con su fragilidad, con su pecado, en tus manos. Todas mis pobrezas. Tú sabrás hacer de ella fuente de riqueza, para la vida verdadera, en ti.

Contemplarte

2 de enero
Tiempo de navidad

Salmo 97 Los confines de la tierra han contemplado la salvación de nuestro Dios

Así es, Señor. En este tiempo de navidad sigue a maravilla de saberte entre nosotros, salvador y redentor, en medio de nuestra vida, especialmente en la sencillez, la pobreza y la humildad, donde te manifiestas, aunque ahí me cueste tanto verte, y adorarte.