Adviento XV

14 de diciembre
San Juan de la Cruz

Is 45, 6-8.18.21-25 Yo soy el señor y no hay otro

Tú eres todo y sin ti no hay nada, y para acceder a ti la nada es el camino para que la amada se vea en el amado transformada. Tú, Señor, eres la llama de amor viva, que me hieres en el más profundo centro; por eso salgo tras tí clamando y eres ido, pero corro tras ti, en tu busca, pues se que tú eres el Señor y no hay otro fuera de ti. Buscándote ni cogeré las flores, ni temeré las fieras…sino encontrarte pero sabiéndote  te pido que tomes el robo que robaste, que me unas a ti en desposorio de amor, que acabes ya de vero.