20 de febrero
Jueves VI
Santiago 2, 1-9 ¿Acaso no ha elegido Dios a los pobres del mundo?
No solo has elegido a los pobres del mundo para confundir a los ricos, a lo que no es para desbarajustar a lo que es, sino que tú mismo te has hecho pobre para enriquecernos, siendo Dios te rebajaste, y tomaste la condición humana pasando por uno de tantos, aceptaste la muerte, y una muerte de cruz…pobre entre los pobres. Abrázame con tu pobreza, hazme pobre, Señor.
Entre pobres creciste y entre criminales moriste ¿cómo es posible entonces que tu luz inunde la noche si no eres Dios?
Naciste pobre para hacerte más cercano, para que yo pudiera llegar a ti sin tener que elevarme de mi pobreza. Naciste pobre para estar a mi altura, hasta ahí llega tu amor por mi. Naciste pobre para que solo me llene tu riqueza. Naciste pobre para hacernos sentir importantes. Tú, que eres Dios, has elegido a los pobres del mundo, tú me has elegido a mí. No me dejes, Señor, que vuelva la cara ante la pobreza del mundo