Dios de vivos

24 de noviembre
Sábado XXXIII
Lc 20, 27-40 No es Dios de muertos sino de vivos
Y nos conduces a la vida. Por eso creo, Señor, que lo que aparta de tu vida plena y verdadera no viene de ti; por eso se que estás en lo que me llena de vida, en lo que me da plenitud, en lo que me hace revivir en medio de la crisis, de la enfermedad, de la desdicha, en lo que me hace salir de mí mismo para entregarme más a ti y amar más al prójimo cercano o lejano, en la renuncia que hago, lleno de alegría, por ti y tu evangelio, que me libera para ti, Señor y dador de vida.

Casa de oración

23 de noviembre
Viernes XXXIII

Lc 19, 45-28 Escrito está: mi casa es casa de oración

¿Y cuántas veces la hemos convertido en cueva de bandidos? Cada vez que hemos comprado y vendido la relación contigo; cada vez que hemos manipulado tu lugar para albergar nuestros proyectos y espacios; cada vez que hemos que hemos tomado tu nombre en vano; cada vez que te hemos utilizado para nuestros intereses, cada vez que hemos ido a enturbiar tu casa con nuestros discursos, razonamientos y pensamientos que nos alejan de ti, cada vez que…y el que esté libre de pecado que tire la primera piedra.

Sin reconocerte

22 de noviembre
Jueves XXXIII

Lc 19, 41-44 No  reconociste el momento de mi venida

¡Qué duras tus palabras; Señor, en este evangelio! ¡Qué verdaderas, qué reales! Sin reconocerte, sin acogerte, sin abrirme a tu venida –cada día, de tantas formas, siempre asombrando, siempre en lo cotidiano y en lo profundidad de lo más sencillo- se siento sitiado, cercado, arrasado, sin que quede en pie piedra sobre piedra de las construcciones que había hecho, que hago, a mi medida, apartado de ti. Por no reconocerte la luz se me vuelve tiniebla vacía.

Presentación de María

21 de noviembre
Presentación de la Virgen
Salmo 16 Al despertar me saciaré de tu semblante

Despertó María a la vida, la que años después daría a luz la aurora, el sol que nos visita desde lo alto, y se sació de tu semblante, Señor. Sin saberlo, abandonada en manos de sus padres, como en las tuyas, fue presentada en el templo y se sumergió en la experiencia de fe de un pueblo, de una familia, de seres humanos abiertos a ti, a tu paso por su vida, son sencillez, con normalidad. Desde el inicio de su vida abierta a ti, a colmar en ti los anhelos. Saciarme de ti, bendito fruto de su vientre, Jesús.

Zaqueo again

20 de noviembre
Martes XXXIII
Lc 19, 1-10 Un hombre llamado Zaqueo…

Tu Palabra, Señor, que vuelve a mi ser y lo revuelve, constantemente, con aquellos fragmentos que más necesito oír, adaptar a mi vida, por los que me tengo que dejar interpelar. Hoy, y tantas veces, Zaqueo, bajo de estatura, que hace lo imposible para verte, para escuchar tu Palabra, siempre tu Palabra, Señor, que vuelve y revuelve, diciendo: Baja enseguida, porque hoy tengo que alojarme en tu casa. Y empieza a cambiar algo…¿verdad?

¿Qué quieres?

19 de noviembre
Lunes XXXIII
Lc 18, 35-43 ¿Qué quieres que haga por ti?
¿Qué más puedes hacer? Me has dado la vida, me mantienes en ella; me has dado la fe, me mantienes en ella; me tienes en la palma de tu mano. Y cada día me sigues preguntando ¿qué quieres que haga por Ti? Quizá porque no acabo de entregarme ya de vero, porque sigo poniendo resistencias a que tomes como prenda y posesión tuya. ¿Qué quieres que haga por ti? Rompe, Señor, la tela de este dulce encuentro.

Mirad

18 de noviembre
Domingo XXXIII
Mi 3, 19-20 a Mirad que llega el día
El día que será ardiente como un horno para los malvados,  el día en el que un sol de justicia iluminará a los que honran tu nombre, Señor. Mirad. Estad atentos. Saber interpretad lo que veo. Saber que la luz, y el fuego, son para la purificación, para el castigo, para la iluminación, según se sitúe cada uno ante ti. Mirad, estad atentos, interpretad. Nos apremias, Señor, a preparar, ya desde ahora, tu venida.

 

 

Silencio

17 de noviembre
Sábado XXXII
Sap 18, 14-16 Un silencio sereno lo envolvía todo, y al mediar la noche…

…Tu Palabra se avalanzó sobre la tierra. En mi ciudad ya han empezado a poner las luces de las fiestas de diciembre, los comercios comienzan a anunciar la apoteosis del consumo tan inmoral de esas fechas…y tú me invitas a aguardarte con un silencio sereno que envuelva todo, con el silencio de la Nochebuena, con el silencio de la noche de Pascua. Silencios de gozo, de gloria, de liberación. Silencios para compartir, para anunciar tu salvación que llena la tierra.

Ceguera

16 de noviembre
Viernes XXXII
Sb 13, 1-9 Fueron incapaces de reconocer al que es

El libro de la Sabiduría llama vanos a los que partiendo de las cosas buenas que están a la vista no reconocen a Dios, sino que se quedan en lo que se ve y no son capaces de llegar al que no se ve, al que se oculta en lo que no es sin su Ser. Todo conduce a Ti, Señor; todo es rastro de tu ser; todo es rostro de tu hermosura. Que sepa ver y verte en todo, y sobre todas las cosas. Al menos hoy.

Sabiduría

15 de noviembre
Jueves XXXII

Sb 7, 22-8,1 La sabiduría es…

un espíritu inteligente, santo, único, múltiple, sutil, móvil, penetrante, inmaculado, lúcido, invulnerable, bondadoso, agudo, benéfico, amigo del hombre, firme, seguro, todopoderoso…así es la sabiduría que procede de Ti, Señor, y que recibo cada vez que dejo que tu gracia me asemeje más a tu Hijo, Jesucristo, palabra de sabiduría y de amor que has pronunciado sobre nosotros. Tu sabiduría, reflejo de tu luz, imagen de tu bondad.