HIjos de la luz

4 de septiembre
Martes XXII

Santiago 5, 1-6.9-11 Todos sois hijos de la luz

Concebidos en tu luz, señor, bañados por la claridad de tu presencia, que no conoce el ocaso en nuestras vidas, aunque pasemos por la noche oscura. Sabernos hijos de la luz, iluminados. Tu luz que ya está en el centro de nuestro ser, tu luz dada, tu luz reglada. Luz solo oscurecida por nuestras sombras. Solo volver a tomar consciencia de tu luz, que nos habita, puede restaurar nuestro ser herido. Tu Señor, eres mi luz y salvación, ¿a quién temeré?

Espíritu sobre mí

3 de septiembre
Lunes XXII

Lc 4, 16-30 El Espíritu del Señor está sobre mí

Dejo un espacio y un tiempo, en el día de hoy, para embobarme escuchándote leer el pasaje del profeta Isaías en la sinagoga de Nazaret, señor:” El espíritu del señor está sobre mí, porque él me ha ungido. Me ha enviado para anunciar el evangelio a los pobres…para anunciar el año de gracia del Señor”. Hazme participar de tu don y tu misión. De hecho ya me haces participar, haz que responda generosamente a tu llamada.

Beneficio

2 de septiembre
Domingo XXII

Santiago 1, 17-18.21-22.27 Todo beneficio viene de arriba

Que todo mi ser te bendiga, señor, y que no olvide tus beneficios: los beneficios que me lo parecen, los que no entiendo, los que no soy consciente de ellos. Que te bendiga por todo, porque todo procede de ti, todo es bien, todo es presencia y gracia. Vivir es el encuentro con tu mano, que sacia de favores a todo viviente. Abandonarme confiadamente en ti, Señor, fuente que mana y corre.

Maravillas

1 de septiembre de 2012
Sábado XXI

Salmo 97 Cantad al Señor un cántico nuevo porque ha hecho maravillas

Cantarte un cántico nuevo, Señor, al reiniciar estos comentarios, que quieren ser oración rumiada de tu Palabra, vertida en mi corazón. Tu Palabra que hace gozar mis entrañas renacidas. Tu Palabra que me permite abrir los ojos de mi corazón y contemplar que todo es presencia y gracia: tu presencia en medio de mis días, dulce manjar inexplicable. Tu gracia que continuamente me libra de mí mismo y me salva. Gracias.

Ignacio de Loyola

31 de julio
San Ignacio de Loyola

Salmo 78 Te daremos gracias por siempre

Te daremos gracias por siempre, contaremos tus alabanzas, cada día más, más tuyos, más ofrecidos, más entregados, más conscientes de nuestro ser creados para servirte y alabarte, más incrustados en tu amor y gracia, pues ellos me bastan. Tomad Señor y recibid mi ser agradecido.

Grano


30 de julio
Lunes XVII

Mt 13, 31-35 a un grano de mostaza

Tu reino se hace presente, cada día, como un grano de mostaza a través de tu palabra. Semilla tan pequeña y que se hace tan grande, tan alta, tan profunda en mi vida, cuando es acogida, rumiada, saboreada, encarnada, como si fuera mi ser el seno de María. Tu Palabra que me llena de fecundidad, unido a ti. Cada día. Gracias.

Convocados


29 de julio
XVII domingo

Efesios 4, 1-6 Os ruego que andéis como pide la vocación a la que habéis sido convocados

Tú nos has convocado, Señor, nos has llamado a ser humildes y amables, comprensivos, a sobrellevarnos mutuamente con amor. A esforzarnos en mantener la unidad del espíritu con el vínculo de la paz. Para conseguirlo, con la ayuda de tu gracia, nos ofreces tu unicidad, y la posibilidad de trascenderlo todo en ti. Nos penetras, nos invades, nos amas.

Anhelo

28 de julio
Sábado XVI

Salmo 83 Se consume y anhela

Se consume y anhela todo mi ser, Señor, por acercarse hasta tu morada. Mi corazón y mi carne retozan por el Dios vivo, retozan con frescura, con alegría, con naturalidad, con dicha, sin saber que retozan. Me llenas con tus abundancias de fuente que sacia lo que tú solo puedes saciar. Dejo las palabras y te recibo.

Afanes


27 de julio
Viernes XVI

Mt 13, 18-23 Los afanes de la vida la ahogan

Así reconozco yo la semilla, la palabra del reino que siembras en mi interior. Los afanes de la vida ahogan, como una zarza, lo que empieza a espigar. ¿Cuáles son los afanes de la vida que me impiden granar? Buena pregunta para rumiar durante este día, para no quedarme en ella sino abrirme a la semilla que sigues, con paciencia infinita, derramando en mi.