Desierto florecido

11 de diciembre
Lunes II de adviento

Is 35, 1-10 EL desierto y el yermo se regocijarán, se alegrará la estepa y florecerá.

Vida abundante, gozo y regocijo, fecundidad…y una armonía infinita que se deriva de tu paz. Gracias, Señor, porque tú vienes para desmesurar toda medida y hacer que la vida florezca sin fin, transformando nuestros desiertos en vergeles de tu misercordia.

Autor: Nano SM

Religioso Marianista, sacerdote. Actualmente trabajo en la pastoral de un colegio en Madrid, precisamente donde estudié y sentí la llamada a la vocación religiosa. Desde hace tres años escribo cada día un comentario a la Palabra de Dios, que me ayuda a encarnarla y a darla a los demás. De alguna manera participo en la misión de María, dando a Jesús, dando su Palabra.