18 de noviembre
XXXIII Domingo
Mc 13, 24-32 El está cerca, a la puerta
Estás a la puerta y llamas. Tú eres la puerta. Todas las puertas están entornadas para que entremos a tu presencia. Tú traspasas nuestras puertas. Toda la realidad es una puerta que me conduce a Ti, Señor del universo. Entrar por tu puerta, porque tú estás cerca, porque tú llamas. Entrar a través de una mirada nueva, iluminada. Entrar por la puerta de la higuera, pues cuando sus ramas se ponen tiernas y brotan las yemas, sabemos que el estío está cerca.
Concluye el horizonte
perfumado con la luz
de tus aromas resucitados.
Me unges con tu perfume,
mi copa rebosa;
corazón agradecido
mi ser fértil te canta.