De vivos

7 de junio
Miércoles IX

Mc 12, 18-27 No es Dios de muertos sino de vivos

Así eres tú, Señor, el Dios de la vida y de la vida abundante, el que nos vivifica cada día, el que está con nosotros y nos introduce en su cauce de amor, el principio y el fin, el que nos ofrece su ser para que seamos para siempre. Gracias por darme la vida, por mantenerme en ella, por ofrecerme una vida sin fin en ti.