Verte

3 de mayo
Santos Felipe y Santiago

Jn 14, 6-14 Quien me ha vista a mí ha visto al Padre

Por eso que no se separen mis ojos de tu rostro, que no me canse de mirarte y embeberme en la claridad de tu presencia, fijos mis ojos en ti, Señor, mientras tú me miras y remiras, y me bañas en el caudal de tu ternura. ¿A dónde escaparé de tu mirada, a dónde iré lejos de tu aliento?