Sin límites

10 de abril
Miércoles II de Pascua

Jn 3, 16-21 Tanto amó Dios al mundo

Que entregó a su Hijo único para que no perezca ninguno de los que creen en él, sino que tengan vida eterna. Es todo una cuestión de amor. De amor, humildad y servicio. De entrega aceptada en tus manos. De obediencia y donación. Hazme entrar, Señor, en la dinámica de tu amor infinito.

04.10