4 de noviembre
Domingo XXXI
Mc 12, 28-34 Con todo el corazón, con todo el entendimiento, con todo el ser
Amarte así. Con todo mi ser. Sin reservarme espacios. Sin reservarme tiempos. Sin reservarme pensamientos: todo tuyo, en todo lugar, en todo momento. Mi vida en tus manos. Se que no es así, pero tu gracia me mueve a amarte de todo corazón, con todo mi entendimiento, con todo mi ser. Y me mueves a amar al prójimo como a mí mismo.
No es solo que te quiera
o que mire con tus ojos
y respire con tu brisa
es que ni siquiera llega la sangre a mi corazón si no es el tuyo el que palpita
Mc 12, 28-34