Pacífico

14 de junio
Lunes XI

Mt 5, 38-42 No hagáis frente al que os agravia.

Tú nos propones una nueva mentalidad, una nueva dinámica en las relaciones personales, sociales, internacionales. No hacer frente al que agravia. No devolver mal por mal. No utilizar la violencia para responder a la violencia. No ser agresivo con quien es agresivo conmigo. Una lógica imposible, si no guerra porque tú la has practicado primero. Si no fuera la lógica del evangelio. Si no fuera la lógica bienaventurada de los pacíficos. Dame tu paz, Señor, para vivir en paz y construir la paz.

Vives tú

13 de junio
Domingo XI

Ga 2, 16.19-21 Vivo yo, pero no soy yo, es Cristo quien vive en mí.

Seta es la realidad, Señor. A medida que no soy yo, a medida que mi ego desaparece, a medida que reconozco mi culpa y mi pecado, que engorda cada vez que quiero desarrollare autónomamente de ti, tú vives en mí. Tú vives en mí siempre, ya estás. Tú creces en mí cuando yo diminuyo.

Corazón de María

12 de junio
Inmaculado corazón de María

Lc 2, 41-51 Su madre conservaba todas estas cosas en su corazón

Conservaba el anuncio del ángel, el anuncio que le había trastocado la vida, y llenado de hermosura las entrañas. Conservaba  el dichosa tú que has creído, de Isabel, y el nacimiento en pobreza del que es la riqueza; conservaba la profecía de que los ojos han visto la luz para iluminar las naciones. Conservaba el desconcierto de tu pérdida en Jerusalén. Tantos gozos, tantas luces, tantos dolores, tantas glorias, conservadas en el corazón, ave María.

Sagrado corazón

11 de junio
Sagrado Corazón de Jesús

Rm 5, 5-11 El amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones

“Desbordo de gozo con el Señor y me alegro con mi Dios”, pues me guardas en tu corazón repleto de amor, corazón abierto para el amor, corazón que me abre al amor y a la entrega. De tu corazón, Señor, brota lo inagotable, en tu corazón está la fuente de agua viva, el fuego que consume y no da pena. Remanso, verde pradera que donde me haces recostar. Tu corazón, Jesús.

Tú…

10 de junio
Jueves X

Salmo 64 Tu cuidas la tierra, la riegas y la enriqueces sin medida

¿Cómo es posible, Señor, recitar este salmo en plena crisis económica? ¿Qué significa que enriqueces la tierra sin medida en un mundo de pobrezas, donde tantas personas, independientemente de la crisis, viven en la pobreza más radical? Me dejas en silencio ante ti, y en silencio escucho tu respuesta, tan sencilla e inaudita.

Gozo

9 de junio
Miércoles X
Salmo 15 Me saciarás de gozo en tu presencia

Esta semana, Señor, tu Palaba me sacia volviéndome hacia la eucaristía. Saciarme de gozo en tu presencia eucarística. Estar junto a ti, que siempre estás. Estar amando, estar adorando, estar en silencio, estar volcando mi corazón en ti, derramando mi vida. Me sacias de gozo y me enseñas el camino de la vida: entregar mi cuerpo a tu cuerpo necesitado, en el que tiene hambre y necesita que alguien le alimente.

Elías II

8 de junio
Martes X

1 Re 17. 7-16 Me queda solo un puñado de harina en el cántaro

Dar lo necesario para la última comida, para la última cena…compartir lo poco que se tiene en caridad con el huésped, con el que viene más pobre y necesitado, con el que tiene menos que tu propia nada. En esa caridad queremos vivir los que nos decimos discípulos tuyos. Si lo hacemos ni la orza de harina se vaciará, ni la alcuza de aceite se agotará. Tendremos abundancia en ti.

Elías I

7 de junio
Lunes X

1 R 17, 1-6 Yo mandaré a los cuervos que lleven allí la comida

Elías confío en tu providencia, Señor, y los cuervos le alimentaban cada día. Cada día me das de comer el manjar del cielo, el maná de la vida, la gracia de tu cuerpo que me hace más en ti, de tu sangre que me une a tu destino. Cada día, Señor, tu providencia llega hasta mí y no solo me alimenta sino que me da la vida verdadera, me hace posesión tuya.

Corpus

6 de junio
Cuerpo y  Sangre de Cristo

1 Co 11, 23-26 Cada vez que coméis de este pan…

…y  bebemos de este cáliz, anunciamos tu muerte Señor. Cada día podemos repetir esta frase después de la consagración, conscientes de que éste es el sacramento de nuestra fe. Recibir tu cuerpo, Señor, y unirme a ti, a tu pascua, a tu entregar la vida por amor. Recibir tu cuerpo, Señor, y  no vivir ya para  mí mismo, sino para ti.

Limosna de viuda

5 de junio
Sábado IX

Mc 12, 38-44 Se acercó una viuda pobre y echó dos reales

Toda la riqueza en esos dos reales. La mayor generosidad, la mayor entrega, la mayor radicalidad en el dar. Porque la pobre viuda da lo que es necesario para vivir, se ha desprendido sin guardarse nada para ella, poniendo toda su existencia en tus manos. ¿De qué tendría que desprenderme para hacer lo que hizo la viuda?