9 de julio
Viernes XIV
Os 14, 2-10 Seré para Israel como rocío
Vuelvo a dejar que tu Palabra me llene de poesía, me nutra y me recree, al tomar conciencia de tu amor que enriquece mi vida, que la llena de vitalidad, de frescor, de fecundidad, de hermosura: “seré para Israel como rocío, florecerá como azucena, será su esplendor como el olivo, como un ciprés frondoso. De mi proceden tus frutos”. Así es, Señor. Y quedo en Ti.
Correas de amor
8 de julio
Jueves XIV
Os 11, 1-4.8-9 Con correas de amor lo atraía
Oseas usa ahora la imagen del amor filial para mostrar el amor que tú nos tienes, a pesar de las muchas infidelidades. Saboreo estas palabras y las llevo al corazón, para que tu amor me fortalezca: “le enseñé a andar, lo alaba en brazos, él no comprendía que yo lo curaba, le daba de comer. Se me conmueven las entrañas. Con correas de amor lo atraía”.
Ovejas descarriadas
7 de julio
Miércoles XIV
Mt 10, 1-7 Id a las ovejas descarriadas de Israel
Eres claro, Señor, y nos envías a las ovejas descarriadas de Israel, a proclamar que el reino de los cielos está cerca. Nos envías como a los apóstoles, cuyos nombres hemos recordado en el evangelio de hoy. Preferir a los que no están sobre los que están, a los que no conocen sobre los que conocen, a los que rechazan habiendo conocido algo, no a Ti, que no les ha convencido. ¿Quiénes son las ovejas descarriadas? Tus preferidos.
Vientos y tempestades
6 de julio
Martes XIV
Os 8, 4-7.11-13 Siembran vientos y cosechan tempestades
Hoy me sorprendo encontrando este refrán castellano como profecía de Oseas, como Palabra tuya, Señor. Es verdad. El que siembra generosamente, generosamente cosechará. El que lo hace tacañamente, tacañamente cosechará. El que siembra vientos, recoge tempestades. ¿Qué siembro yo para ti, Señor?
Cortejar en el desierto
5 de julio
Lunes XIV
Os 2, 16-18.21-22 Yo la cortejaré
Hermosa expresión para hablar del requerimiento de amores. Me cortejas en el desierto, Señor, en la soledad poblada de aullidos, en el silencio, en la sequedad, en la pobreza, en la carencia de recursos. En la desnudez y en el vacío me vuelves a ti y me hablas al corazón. “Yo la cortejaré, me la llevaré al desierto, le hablaré al corazón… me casaré contigo en fidelidad y te penetrarás del Señor”
La mies
4 de julio
Domingo XIV
Lc 10, 1-12.17-20 La mies es mucha los obreros son pocos
Rogad pues al obrero de la mies que envíe obreros a su mies. Orar. Pedir por las vocaciones a la vida religiosa, al sacerdocio. Pedir también laicos comprometidos en la tarea evangelizadora de la Iglesia. Pedirte, Señor, para que tú nos des. Para que tú sigas manteniendo la Iglesia, joven y rejuvenecida por tu don. Y que la petición que te hago impulse el compromiso con la vocación que me regalas.
Tomás
3 de julio
Santo Tomás
Jn 20, 24-19 Dichosos los que crean sin haber visto
Gracias a la duda de Tomás nos ha llegado la dicha. Gracias a su fiesta, nos llega, al inicio de este mes de julio, el eco de la pascua florida: hemos visto a Jesús, paz a vosotros, ¡Señor mío y Dios mío!. Verte y saberte presente cada día, resucitado, en medio de nosotros, en el entresijo de mi vida.
De todo corazón
2 de julio
Viernes XIII
Salmo 118 Dichoso el que te busca de todo corazón
Buscarte, desearte, con todo el corazón, con todo el alma, con todo el ser, estando en casa y yendo de camino, acostado y levantado, buscarte por amor, porque el amor llama, buscarte consumido en el deseo de encontrarte, buscarte anhelando el camino verdadero que conduce hasta ti, que me andas buscando. Abro la boca y respiro, ansiando tu nombre y tu recuerdo. Esta mañana mi espíritu madruga por ti.
¡Ánimo, hijo!
1 de julio
Jueves XIII
Mt 9, 1-8 ¡Ánimo, hijo!
Escucho tu palabra, Señor, esta mañana: ¡ánimo, hijo! T palabra que recrea y enamora, que infunde vida y fortaleza, que sostiene las rodillas vacilantes, que es consuelo y delicia, que reconforma. ¡Ánimo, hijo! ¿No ves que yo estoy contigo todos los días, ahora y por siempre? ¡Ánimo, hijo, no temas! ¡Ánimo, hijo, tus pecados están perdonados! ¡Ánimo, hijo, levántate y anda!
Bien de vida
30 de junio
Miércoles XIII
Am 5, 14-15.21-24 Buscad el bien y no el mal y viviréis
Así dicho, así leído, parece evidente y sencillo. Una verdad manifiesta, de sentido común: buscar el bien para vivir en plenitud. Buscarte a ti, sumo bien, para vivir feliz. ¿Por qué esa tendencia a vivir apartado de la vida? Y sin embargo la vida continúa, en un inagotable don tuyo, el don precioso de tu amor, tu paz y tu perdón.