7 de abril
II domingo de Pascua
Hch 4, 32-35 Tenía un solo corazón y una sola alma
Un solo corazón en el corazón de tu misericordia. Una sola alma bañada por tu amor. Así la primera comunidad de los creyentes. Así yo cuando pierdo mi yo y me abro al nosotros de la Iglesia. Fraternidad y comunión. Desde donde recibo tu paz.
Autor: Nano SM
Religioso Marianista, sacerdote. Actualmente trabajo en la pastoral de un colegio en Madrid, precisamente donde estudié y sentí la llamada a la vocación religiosa.
Desde hace tres años escribo cada día un comentario a la Palabra de Dios, que me ayuda a encarnarla y a darla a los demás. De alguna manera participo en la misión de María, dando a Jesús, dando su Palabra.
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