22 de noviembre
Viernes XXXIII
Lc 19, 45-48 Mi casa es casa de oración
MI cuerpo es casa de oración, en lo más profundo de mi ser habitas y me mueves hacia ti, me buscas y te encuentro, hoy llego como salvación hasta tu casa y me quedo a morar en ti, alégrate y goza con mi presencia, date con gratuidad pues no espero de ti mas que amor gratuito. Bebe del pozo que pongo en ti, y sacia tu sed de ser para lo que has sido creado.
He reconstruido el templo, lo he limpiado y ordenado: Ven Espíritu Santo, luz que penetra las entrañas, llena mi corazón y desciende hasta el fondo del alma.
(Hoy es el día de mi Confirmación)