David


7 de febrero
Viernes IV

Ecl 47, 2-11 David

Jugó con leones como si fueran cabritos, con osos como si fueran corderos. Invocó al Señor, quien dio vigor a su diestra, por todas sus acciones daba gracias al Altísimo, el Santo, proclamando su gloria. Con todo su corazón entonó himnos demostrando su amor por su Creador. El Señor le perdonó sus pecados.
Así sea en mi, por tu misericordia.