Adviento

1 de diciembre
I domingo de adviento

Rm 13, 11-14ª Ahora la salvación está más cerca

Tan cerca que tu aliento está en mi aliento, tu carne en mi carne, tu palabra en mi boca, tu amor anida en mi corazón. Tan cerca que tu luz desvela mis tinieblas y me arma de valor. Tan cerca que tu paz mis construye mis días. Tan cerca que entras en mi cuerpo para revestirme de tu bien, de tu bondad, de tu verdad, y alejarme de las lujurias y desenfrenos. Tan cerca que me haces andar en pleno día, con la dignidad del sentirme deseado por ti y desearte como único ser de mi vida. ¡Ven Señor Jesús!