Herida del pueblo

9 de diciembre
Sábado I de adviento

Is 30, 19-21.23-26 Cuando el Señor vende la herida de su pueblo

Escuchas siempre el clamor de tu pueblo, su opresión, y en Juan Diego lo muestras una vez más. Y en tu madre te vuelves siempre a los sencillos y humildes de corazón, con un mensaje de amor, de confianza, de reconciliación, de fortaleza, de liberación. ¿No estoy yo aquí, que soy tu madre, y tu padre, y tu vida, y la fuente de tu amor? ¡Ven, señor Jesús!