21 de marzo
Lunes III cuaresma
II Re 5, 1-15 Tu carne renacerá y quedarás limpio
Eso me dices. A Naamán, el sirio, le toca en su ego el mandato que el profeta le da para quedar limpio. Mi ego también reclama muchas veces, y ofusca, la comprensión de tu mensaje. Pero como quiero que mi carne renazca, y quiero quedar limpio, dime, Señor, qué es lo que tengo que hacer para que suceda según tu voluntad.
Autor: Nano SM
Religioso Marianista, sacerdote. Actualmente trabajo en la pastoral de un colegio en Madrid, precisamente donde estudié y sentí la llamada a la vocación religiosa.
Desde hace tres años escribo cada día un comentario a la Palabra de Dios, que me ayuda a encarnarla y a darla a los demás. De alguna manera participo en la misión de María, dando a Jesús, dando su Palabra.
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