24 de julio
Lunes XVI
Mt 12, 38-42 Maestro, queremos ver un milagro tuyo
Este es el milagro, que tú eres mi fuerza y mi poder, en medio de la debilidad, de la fragilidad, de lo incomprensible, de la historia de cada día. Nuestra vida llena de tus milagros, que tantas veces nos pasan desapercibidos. No hay más signo que el de tener ojos para ver, y oídos para oír, y fe para comprender que estas con nosotros, en cualquier circunstancia.