14 de octubre
Martes XXVIII
Ga 5, 1-6 Para vivir en libertad, Cristo nos liberó
Tu libertad, que no conoce límites, que no tiene fronteras, que no encierra, que nos restringe, que amplía, que ensancha, que sostiene, que llena todo mi ser del gozo de saberme prisionero de ti. Tu libertad, que me hace perdidamente esclavo de tu maravilla, encadenado a las delicias de tu amor. Para vivir en libertad me has liberado, Señor.
