Despeñarte

4 de marzo
Lunes III de cuaresma

Lc 4, 24-30 Pero Jesús se abrió paso entre ellos y seguía su camino

Me impresiona, Señor, verte con esa autoridad, que imagino, y manteniendo la calma cuando querían despeñarte. Con la tranquilidad, la naturalidad y la confianza de quien se sabe en manos de Dios, y pone en él sus afanes. Dame, Señor, de tu templanza, en medio de las vicisitudes de este mundo, que a veces nos hacen zozobrar.